En el recibidor no todo vale. Lo primero que debes tener en cuenta es su proporción para poder escoger piezas acordes a este. Por ejemplo, si tienes un recibidor amplio puedes poner una alfombra que recoja toda la entrada o una gran cómoda. Si por el contrario nos encontramos en un recibidor pequeño, debes evitar llenarlo de objetos que estorben.
Flores, lo primero.
Color, vida y alegría. Sí, un simple ramo de flores es capaz de transformar tu recibidor y además, perfumarlo de manera natural. Es infalible en el momento de dar la bienvenida en tu casa. Las plantas regalan vida, color y salud al hogar, ¡no lo olvides!
Un espacio para la ropa.
Abrigos, gorros, bufandas, bolsos, zapatos… Busca un lugar en el que reunir la ropa de calle. Lo mejor es adquirir un armario o un colgador que sea práctico y cómodo para ti y tus invitados.
Al llegar a casa, tal vez, depositemos las llaves, la cartera, el móvil en el primer lugar que vemos. Por ello, será mejor que preveas un sitio en el recibidor para no tenerlas por medio y a la vista de todo el mundo. Lo ideal: contar con una bandeja para dejar lo que llevemos en los bolsillos y sea de uso diario.
Luz y espejos.
Para hacer que tu recibidor sea más acogedor e invite a descubrir cuál será la próxima estancia de la casa, te proponemos que escojas leds cálidos de sobremesa que acompañen la iluminación general. Si cuentas con un espejo en el recibidor, debes saber que, además de decorar, multiplica la claridad, amplía el espacio ¡y resulta muy práctico para retocarse antes de salir de casa!.
Fuente: Imágenes de nuestros proyectos realizadas por EL MUEBLE